El nacimiento de este modelo se le atribuye a Sara Cobb, si bien otra de las
grandes teóricas del modelo circular narrativo es autora Marinés Suares. Este
modelo, que nace del paradigma sistémico, por lo que tiene gran importancia la
comunicación (especialmente el elemento circular que existe en toda
comunicación), está orientado tanto al acuerdo como a la modificación de las
relaciones entre las partes.
Una de las premisas
de las que se parte es que con el lenguaje construimos e idealizamos la
realidad, por lo tanto modificando las narraciones modificamos la percepción de
esa realidad.
El contexto de
mediación es un contexto de adversidad. Cuando las partes concurren a la
mediación ya se han definido a sí mismas como adversarias, por lo tanto esto
contribuye a la producción de historias o narraciones de acusación, reproche,
justificación y negación.
Nuestro sentimiento
es el resultado de las narrativas, de las historias que nos contamos a nosotros
mismos en primera persona y de las historias que escuchamos y aceptamos (a
gusto o a disgusto) de las otras personas sobre nosotros mismos.
Este método de
mediación se basa en cuatro etapas, cada una de ellas pudiendo estar compuesta
por varias sesiones de mediación. El eje central es la comunicación y el manejo
de ésta.
-Pre-reunión: Esta
etapa no la realiza el mediador que llevará el resto del proceso y se realiza
con las partes por separado. Se quiere evitar la interacción y que se produzca
una colonización de las narrativas. Esta reunión es básicamente explicativa de:
las características del proceso de mediación, de la importancia y a qué nos referimos
con la confidencialidad, firma del acuerdo de confidencialidad, honorarios y tiempo.
-Primera etapa:
reunión conjunta (esta es la primera etapa en la que interviene el mediador que
va a llevar el proceso), enfocada a encuadrar el proceso y a establecer las
reglas: confidencialidad, todos van a hablar, todos tendrán reunión individual,
todos tendrán reunión conjunta, no deben interrumpirse, cualquiera, si quiere
puede irse y explicitar las alternativas que tienen. Aceptado el
procedimiento se comienza, normalmente preguntando quién contactó con el
servicio de mediación, y una vez recogido, se les pregunta quien quiere comenzar
con la reunión individual.
-Segunda etapa:
reunión individual
Los objetivos serán conocer
bien el problema, ver cuáles son los objetivos, recursos, necesidades,
peticiones a la otra parte, contribuciones para solucionar el problema; borrar
el discurso de los derechos con el que normalmente argumentan cada una de las
partes, circularizar y conocer qué soluciones han intentado y que evidentemente
no han funcionado.
-Tercera etapa:
reunión interna o del equipo para reflexionar en el caso y construir una
historia alternativa que reúna los siguientes requisitos: legitimar a las
personas que tiene problemas, contextualizar el conflicto, establecer una
historia positiva para todas las partes y predecir las dificultades.
-Cuarta Etapa: reunión
conjunta
Es la fase en la que
se debe construir el acuerdo y buscar nuevas opciones, ventajas y desventajas
de cada una de ellas. Así nace la necesidad de escribir un acuerdo provisional
de forma positiva.